jueves, 23 de diciembre de 2010

Tráquea.

Me quiero convencer. Pero es porque no te necesito convencer.
Los verbos ya no se cruzan. Solo paralelismos. Jamás alineados.
Timos. En el suelo, con la oreja restregada al piso, escuchando el silbido del pasto, veo la patada fuerte, imponente, acercandoseme al rostro. Después de la ejecución perfecta, mi milagro.
La venganza a la magia.
Me cubro, des espaldas. Las cosas van y vienen. Una explosión por dentro, cuando ya no trato de convencerte, ni de gritar, ni de cogerte las manos para ponerlas en mi pecho, tratar de que entiendas de que aun respiro, que mi corazón se acelera, y que la frialdad de mi mirada discorda con la elocuencia de mis pensamientos.
No sé guiarme a través de la impresición.
Por soñar de lado, lado a lado. Insectos a través del nosocomio. Estirado sin suero. Sin posibilidades de supervivencia. No sabía que ella podría ser capaz, no le culpo, ¿capaz de qué?
No sé de qué me estoy quejando, si estuvimos parados en el mismo lugar, con disfuerzos y descentantos, en mis manos cuchillas, en las sullas pinceles.
Coloreamos el silencio con sangre y acuarelas.
Te quiero.
En silencio por más de 43 años.
Te quiero. A pesar de qué no pueda crecer lo que quiero crecer, y joderme. Y cogerte.
Mierdo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Solo tres.

En el ritmo, la bacteria dilatante, sacude los platos. Resentido.
Trastocado, en la caída, trasnochado y meditabundo.
En medio del diseño, las cosas perfectas que atreviesan mi densidad.
Trucos al rededor. Son números pasados, renuentes a desaparecer.
Precipitado, acelerandome hacia el abismo. Pasa el tiempo, un perro vapuleador.
Van clavandose las murallas. Enterrando un misogino despertar.
Sin querer decir lo mismo, puede sentarse al mismo tiempo que los colaterales.
Creciendo y silenciando, como las millones de trabas que encoge mi rodilla.
Santificando recursos, en una noche desterrada a las horas. Mi soliloquio va acomplejandose.
No significa. No entretiene. No idolatra. Escribo, o aparento, o imagino que escribo.. Y voy imaginando que quiero decir algo, pero todo es inconexo, todo quiebra, dilata.
Me entrego al riesgo. Embadurnado de alcohol. Rojo.
Dicen que yo. Estamos solos.
Resiento la verdad. En mi recae. No hay nada naranja.
No significa que yo.
Entonces todo va de corrido, en latas de cerveza, en lágrimas de peregrinos, en tablas de ley y en canastas de ropa vieja.
Estoy atrapado en medio de mis puntos suspensivos, aferrado a un silencio que no puedo mantener.
Tres. No cuenta. No cuenta. Y voy de largo. Trágico.
Monedas al aire. Trueque de lacayos. En risas, en sonrisas, en paralelismos.
Un muro de cristal, acribillado por la belleza, acribillado por la destreza de aparentar.
De naranja. Coloreando. Sin recaer. Sin dedicar. Nada oscurece ni se engruesa. A pesar de querer que titile.
Esta vez lo olvidaré.
Probable. Dos puertas y una elección. En conjunto. Con detenimiento.
El mensaje va escrito con letras de revistas. Recortadas. Tras tronar los huesos y dedos de cordero fino. Recocijo. Regocijo. No me reprendan. En la boca de los demás.

viernes, 29 de octubre de 2010

Te re-quiero.

Te quiero dos veces. A la primera me hice el loco y viré hacia la derecha segura. No sonreí e imité al silencio.
A la segunda, fallé.
Te quiero dos veces. Me precipito a no quebrar mi testamento, pero te quiero con locura. Te quiero para quedarme.
Te quiero. No es mentira decir que te quiero como nadie te ha querido. No es mentira decir que te quiero más que nadie. Tampoco es verdad.
Mi necesidad de certeza lo ha derrumbado todo.
Solo me queda confesarte que te quiero dos veces.
Una para quedarme.
Otra para que te quedes.
Y quizás tenga que quererte más veces. Para asegurarme. Para que quieras confesar que también me quieres. O para que digas la verdad.
Si queriendote te torturo, dímelo. Compartiremos el sufrimiento o lo implacable de esta incomodidad.
No puedo abrir los ojos con facilidad. Quizás no te guste.
No es lo mismo decir que te quiero convencido, a repetirtelo rendido.
Te quiero. Veo tus ojos. Te sigo queriendo. Te vuelvo a querer.
Porque te quiero. Me doy cuenta que tú no me quieres. Te quiero más.
Cada vez que te alejas, que te vas.
Te quiero dos veces.
Te quiero cuando te vas.
Te odio en tu ausencia.
Te quiero por si regresas.

jueves, 21 de octubre de 2010

Tronco

Oh, que genial.
Son las 3 am, tengo miedo.
Pero ya entendí por qué tengo miedo.
No era lo que sospechaba, ni mucho menos.
Persisten los engendros malignos.
Los olores a fluidos corporales.
Pero no tiene nada que ver el sonido distractor.
Es la señal de un advenimiento.
De una fuga avasalladora.
Periplos alrededor de la mesa.

Como si no me quisiera dar cuenta.
Sigo teniendo esos olores.
En la nariz, como a descarga.
Se que tiene que ver el sudor.
El resentimiento a levantarse temprano.
O el desinterés de la madrugada.
No quiero forzar.
A pesar de que lo prometido es deuda.

domingo, 10 de octubre de 2010

Horas.

Yo nací viciado, pero cuando te des cuenta, ya será muy tarde.
En la enredadera con la que me veo envuelto, sigo contando los pasos.
Uno hacia atrás, uno hacia atrás, dos hacia adelante, uno hacia atrás y llegó a esa esquina.
Me quedo viendo de reojo, por si alguna luz sigue encendida.
Las cosas siguen su curso, la noche y el día se confunden.
No me merezco nada. No he cumplido nada.
Pero todas esas veces que prometí quedarme sentado en la vereda.
Cada noche camino encapuchado. Tengo una cajetilla de cigarrillos por si alguien gusta.
Enciendo uno, siento tres temblores antes de enfrascarme de nuevo a mis pensamientos.
Estoy sentado en la vereda, junto a los arbustos. Estoy muy cansado como para quedarme parado.
Le doy siete pitadas al cigarro, solo quiero conversar.
Dan las tantas de la madrugada, y nadie llegó.
Escupo los restos de nicotina que quedan en mi saliva, mezclados de rabia e indecisión.
Me incorporo, buscando razones por las que el frío ha valido la pena, sin encontrarlas.
Fumó lo que queda del onceavo cigarrillo. Lanzó la cajetilla al aire, como llamando la atención.
Dejo que la oscuridad cubra mi frustración. Que la humedad del ambiente no me deje admitir que estoy llorando. Camino, como camino. Me tambaleo un poco, dramatizando todas esas veces.
Esas veces que prometí quedarme sentado en la vereda.
Me arrepiento de haber venido. Me limpio el rostro, sin antes haber derramado una lágrima más.
Una lágrima dedicada a la certeza de volver y quedarme sentado en la vereda, esperando que alguien llegue, y que no llegue. No va a llegar.

martes, 31 de agosto de 2010

Una y otra vez.

Lo que va, lo que viene.
Contando ovejas negras.
Contando repeticiones.
Contando los encuentros de fe.
Me meteré en mis errores.
Me esconderé.
Con paradero desconocido.
Con sordera.
Desatinado.
Rodeado de lo que siempre he estado rodeado.
Etiquetas. Búsquedas. Silencio.
La verdad. La verdar.
Mi sombra, el frío, su voz.

lunes, 30 de agosto de 2010

Prado.

Seguiré caminando,
a través.

Saltaré río a río.

Porque si logro cruzar todo

Si tan solo pudiera lograrlo.

Podrìa llegar al otro lado.

Seguir caminando

ahora silbando
o de costado.

domingo, 22 de agosto de 2010

A ti, abuelo.

No he llorado tu partida. Y lo siento. Te quiero. Te quiero. He ocultado mi pena entre furia, pasión y locura, mas no me he olvidado de ti. Mi ausencia solo evoca el pasado. Tan ausente, sin prestarte atención, tan ausente a pesar de que estuve ahí. Te quiero. De verdad que te quiero, y verte me afecto, porque si no estuve durante, estuve al final. Te quiero y no puedo hacerte regresar. Pero si pudiera dejaría que vivas mi vida por ti. Te quiero. Te quiero. Es cierto, me pude despedir, pero jamás te leí un poema, jamás te lei siquiera un verso, a pesar de que la poesía la heredé de ti. Seamos uno, habita en mí. Te quiero. Te quiero. Adiós. Nos vemos. Porque sé que estaré contigo, sé que me esperaras. Te quiero. Adiós.

domingo, 15 de agosto de 2010

Tú eres verbo,

Estás ganas de escribir.
De enamorarme de la sustancia. Aprender a equivocarme.
No sé arriesgarme.
Sé cuando será el final. Pero he sufrido mucho.
No puedo soltar.
No tengo pruebas.
Pero tengo certeza.
Prefiero dudar, sospechar.

Prefiero ignorar a saber y morir.

Prefiero que todos estos verbos suenen tan extraños.

Porque mi suerte desea fugarse.

Contenido todo. A la luz. A la nada. Al tiempo que nos prestaron.
A tu voz, mi sueño, a tus besos, a tus palabras, a tus deseos, mi vida, a tu amor.

jueves, 22 de julio de 2010

Tensión.

Esta noche es tuya. Te la dedico. La verdad, te lo mereces. Por lo que me enseñaste. Lo que me ocultaste, no hay remedio a eso. Ya lo hecho, hecho está.
Las notas al vacío, y mi corazón resurge. Mentiras contra el suelo. Anímame, despiértame. Sigo vivo, no cantes victoria. Hace mucho que no hay música en mi cabeza. Solo pienso, soluciones, soluciones. No hay solución si no hay problema. Sin favores ni colisiones.

Todo está seco, mullido. Áspero. Tengo la tentación de morderte, y tu espalda esta fría. Quiero seguir. No importa lo incomodo que este. Tengo la intención. No me dejes apagarme. No pretendas que no estoy. Tampoco me mires de frente con esos ojos que dicen te quiero, esa boca que quiere besarme y esa voz, maldita voz que me dice no.

miércoles, 9 de junio de 2010

Sopla.

Tuvo que ser así, como dijiste que sería. La vida pasa suave sobre mí, la mayor parte del tiempo. Tuvo que ser así, una historia corta, sin amor, sin gloria, sin héroes en el cielo. No puedo quitar mis ojos de ti.(Mierda) No puedo quitar mis ojos de ti.No puedo quitar mis ojos de ti. No puedo quitar mis ojos de ti. No puedo quitar mis ojos de ti. No puedo apartar la mirada.
Tuvo que ser así, como dijiste que debía ser. La misma jodida historia. Los dos sin aire, la mayor parte del tiempo.Tuvo que ser así, enfríame con tu cuerpo, eres la hija del viento. No puedo quitar mis ojos de ti. No puedo quitar mi corazón de ti. No puedo quitarte mi cuerpo. No puedo quitarte mi alma. No puedo quitarte los segundos. No puedo quitarte mis ojos. No puedo quitarte nada...


...hasta que encuentre a alguien más.

lunes, 7 de junio de 2010

Yo recuerdo.

Lo recuerdo bien, la primera vez que te vi, tu cabello en el rostro. Mi corazón dejo de latir. Lo recuerdo bien, la primera vez que te escuché, tu voz entre la multitud. Todo se detuvo. Lo recuerdo bien, la primera vez que te besé, y de pronto te quiero aquí esta noche. Te quiero aquí esta noche. No puedo creer lo que encontré. Te quiero aquí esta noche. Porque este sentimiento me esta haciendo caer.
Lo recuerdo bien, mientras te veía sonriendo, o llorando. Recuerdo bien como hacía todo para que me quisieras más, para que estes aquí. Te quiero aquí esta noche. Te quiero aquí esta noche. Nada hará que me rinda.
Excepto tú, mi amor.

Lo recuerdo bien, me sentí un ladrón, tomando algo de noche que no debí tomar, me sentí mal, me sentí pésimo, quise renacer, quise volver a las entrañas de mi madre. Me quise ocultar, quise que nadie me mirase, que nadie me conociese.Quise se otro, quise gritar, quise morir. Te perdí esa noche. Te perdí esa noche. Te perdí esa noche. Jamás podré perdonarme.
Lo recuerdo bien, cuando aún podía pensar en otra cosa, cuando aún podía mentir. Recuerdo que el sonido de tu voz, el verte, el hablarte no me hacía sentir tan mal. Recuerdo que esperaba tranquilo tras la puerta, pensando en que jamás me encontraría. Pero maldita sea, me encontró.
Te perdí esa noche. Te perdí esa noche. Te perdí esa noche. Jamás podré borrarlo. Nada me hará sentirme vivo de nuevo.
Excepto tú mi amor.

lunes, 17 de mayo de 2010

Callado.

Me quede callado,
me sente en silencio
y esperé.

Bajo las sombras
en un camino eterno
a un cuarto oscuro.

Silbé, y esperé.
Me quedé sentado en silencio
aún en espera de su luz.

Soñé que moría y revivía,
soñé que me necesitaba
soñé que estaba apunto de caer.

Me quede callado
tan de pronto
todos me miraban asombrados.

Lo logré,
sin arrepentimientos
a pesar de lo que dijeron.

Porque dirán de mí mucho
pero mi voluntad y mi amor
jamás doblegarán.

Soy un sentido
triste y calmado
alegre y excitado.

Traré de marcar la variedad
en mi diferencia sin calidez
un día mejor que hoy.

Porque me quedé callado,
esperando, sentado,
jamás llegaste.

En la eternidad,
no llegarás
no vas a llegar jamás.

lunes, 26 de abril de 2010

Cuerda

Un olor me rodea,
mi cuerpo esta jodido,
ya no quiero caminar.
Solo a 3 metros de cama.
Me estoy haciendo viejo.
Ocio, nada de trabajo,
sin sudor no hay recompensa.
La mentira más grande.

El jueves esta cerca.
Si no hago nada estoy jodido.
La semana avanza
y las manchas se quitan de a pocos.
Quisiera desaparecer esas letras
quiero arrancarlas de mi pantalla.
No puedo seguir mirando
y hacerme el loco.

Me siento
mis ojos cansados
ya no surte efecto la hora maligna
todos retrocederán,
los sonidos se hundirán
Las correcciones las tengo de memoria
yo, mi legado y los bastardos.

martes, 13 de abril de 2010

Agh.

Quizas no tenga el derecho a reclamar, pero como me llega al pincho. Osea, esta cagado del cerebro. Me he vuelto alguien intolerante. He cambiado. Eso esta mal. Mi promesa se fue al tacho. Quizás pueda volver a ser el que era.
Lo voy a intentar. Pero por mientras, me cagaste macho artificial.


Osea, sí, mierda, me das asco.

lunes, 12 de abril de 2010

Desistir.

Me duele el corazón, me duele el alma. Porque sí tengo corazón, aunque lo calle. Tengo un alma, sucia, negra, pecadora, vejada por una mano de mujer. Soy hombre suceptible a los engaños. Odio la mentira, la hipocresía, la vanidad y el orgullo. Amo las cosas simples, las que van al compás de la corriente. Pero me duele, me duele mucho. Aunque no tenga su permiso, quiero soltarme al vacío, quiero jurar, caer, destrozarme el cráneo, girar y morir.

lunes, 5 de abril de 2010

De noche.

Esta noche lo haré todo,
pues es en esta noche donde mis ojos no se cerrarán.
No necesito razón o motivo,
solo fuerza de voluntad.
Grito al vacío,
y el vacío me devuelve el grito.
Estoy arriba,
tengo frío,
me acompañan tres cigarrillos
y una boca a medio abrir,
Mis uñas cortas
que cedieron a mi boca.
Los fantasmas ficticiosm
de la verdad y la sensatez.
"Despiertame,
pon tus marcas en mi piel"

Ideas

Yo tengo unos poemas silenciosos
que se cayan sus heridas.
Son ideas tácitas,
faltas de valor.
Tienen características inconsistentes,
una no se sigue a la otra.
Poseen rabo y sonrisa,
parpadean, cantan y elogian.
A veces suelen llorar,
cuando aman y dejan de amar.
Mis poemas son suicidas,
tontos, monótonos,tímidos.
Se esconden tras las puertas
murmuran la desdicha.
Suelen pisotearse unas a otras
y entristecerse de su ausencia.
Van directo al precipicio,
y las rocas del vacío
aguardan por el estrépito de su cuerpo
porque mis poemas están desnudos
sinceros, valientes,
están malditos y son reverendamente
estúpidos.

domingo, 28 de marzo de 2010

Es.

La tristeza de mis ojos,
la autocompasión.
La lucha que quiero librar,
las dudas sumergidas en limón.
Crudo amanecer.
Todo seco.
Al parecer, a conformarse.
Jamás.
No sé. No debería.
Por pensar así.
Siempre pensé así.
No sé si debí.
De nuevo. Vale una vez.
Una vez. Sí.
Quiero salir.
No me importa.
Poder, soledad,
dejar que los gritos se escuchen.
La cruz de su aburrimiento
es el estigma de mi arrepentimiento.
O será misericordia
o será otra cosa.
Todo menos eso.
De hecho, estoy pensando en eso.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Aire.

Tus gotas. Tus gotas. Tus gotas.
Maniquí. Roce subliminal.
Vida. Ignorancia. Tiempo.
Traspasar la onda corta.
Agotado. Infección.
Enfermo sin causa.
Ruta media, sin edad.
Todo sin sol. Agua.
No hay nada común.
Tus gotas. Tus gotas. Tus gotas.
Hasta que en un instante
singular, prominente
nos ahoguemos.

domingo, 21 de marzo de 2010

Sospecha.

Dime que no. No lo hiciste.
Amanecí y su sombra estaba plegada en la esquina.
Los rayos que emanaban sus mejillas.
Pedía paz. Quería saltar sobre mí.
Yo he leído en alguna parte.
Como una broma, pero no fuí yo.
Por fin entiendo eso de "no serás tú"
No era en futuro. Maldita sea.
Estabas pensando hacia atrás.
Ahora lo creo. Lo creo.
Pero la certeza, eso es lo que tengo que buscar.
Dolerá más, siempre duele más.
A veces quisiera no ser tan metódico,
y conformarme con mentiras piadosas.
Jamás seré normal de esta forma
pero no hay otro lugar hacia donde ir,
solo viento, un olor a vino helado.
Noe entenderé
ni una palabra más,
solo enredarme y averiguar
sentarme pensando,
mirando hacia afuera
ya no presto atención a la ruta
porque estas ansias me están consumiendo.
Una hora me arrepiento,
otra siento que lo he superado
y en la última duermo
para no pensar más.
Para no conjeturar.

viernes, 12 de marzo de 2010

Lento

Te quiero, aunque tú no me quieras.
A pesar de las complicaciones.
De que mires a otro lado cuando estes conmigo.
Te quiero, aunque tú ya no me quieras.
Porque me alegras y me cagas el día
Me haces llorar, aunque ya no con tanto efecto.
Me haces reír, y mi sonrisa llega lejos.
Te quiero, aunque me quieras menos.
Sé que no debería hacerlo.
O quizás no existan los deberías.
Y son las restricciones del tiempo y del espacio.
Te quiero, aunque no me quieras como quiero que me quieras.
Porque a pesar de ser mortal, me haces pensar en divino.
Me haces temblar, me caigo.
Vuelo, corró y quiero gritar.
Te quiero, aunque sea dueño de mi silencio.
Porque quiero callar lo que siento.
Porque no solo te quiero.
Porque aquí hay algo más.
De rodillas, conteniendo lo que siento.
Para no caer y decirte que te quiero.

jueves, 11 de marzo de 2010

Directo.

Hoy voy a llegar tarde, hoy no voy a querer a nadie.
Tengo tanta suerte. Pero ya no quiero ser parte.

He tratado de elaborar la salida perfecta
pero mis pies se vuelven más densos a la hora de partir.

No quiero ir. Ya tengo veinte años, la verdad no quiero ir.

lunes, 22 de febrero de 2010

Saludos.

Quiero pero no quiero estar. Estoy a punto de llorar. Mi corazón se está pudriendo. Fui demasiado, demasiado a prisa. Solo me mentí y cerré los ojos. Debí haberme hundido en el mar. Extraño el mar. Extraño tocar la espuma. Extraño hundirme en la arena y que el sol me queme la espalda.
Lo vi todo. Una semana. Mierda. Una semana. No digo que no. Pero una puta semana. Una sola semana. Tres días. La resaca. Ya estoy llegando. Me vengo y me voy. En la tregua.
No hay descanso. Pero el descanso solo pudo reflejar la influencia de mi dolor. Y parece que el arte viene acompañado del sentir. Hablando al respecto. No puedo calmarme, necesito algo que me acelere el corazón. Gente, gente. Mi piel y me caí.
Es una trampa. Yo jamás existí. No hubo nada. Nada.
NADA. ABSOLUTAMENTE NADA. NO HAY NADA.
Que alguien tire paja, que me quiero morir.

Ayer

Sé que no soy firme. Sé que no sabes lo que hice. Sé que no soy yo quien te quita el sueño. Sé que no lo podre soportar por mucho tiempo. Sé que no puedo evitar esos silencios. Sé que jamás daré el primer paso. Sé que me aburro con facilidad. Sé que estoy perdido. Sé que me consumiré. Sé que voy a hundirme.

Húndeme. Su imagen me disfrazará.

Cubierto de su hedor. De su sangre. Deseo convertirme en uno más. Quiero tenerte.

No quiero migajas. No quiero caricias. No quiero besos. No quiero tocarte. Quiero que me quieras, ser el único. Ser el único.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Mal sentido.

Mi corazón se fue deteneindo, a medida que me alimentaba de los retazos de miedo. Escondí en el rincón murmullos, susurros, en donde poder confesar lo inhumano.
Lo imperdonable.
Yo soy producto de la basura de mi alma. En una flecha dirigigda, roja, aeródinamica, en donde los segundos puedan evaporarse, donde el Apocalipsis pueda concentrarse y cantarse a mil voces. Pero me agité, mi corazó comenzó a detenerse. Me estoy muriendo.
Esas manos, esa protuberancia, y yo que me hundí en el color. La noche vacía, no resta nada, no asume nada, esconde y perdona.
Deseoso, ahora ya solo veo la parte de atrás. No estan mis manos, me manché muy pronto.
Una salida, sin saber que débil, que temible, que malévolo e inexorable.
A segundos, ya se esta poniendo todo oscuro, deseo ser una escobilla, arrodillarme, caerme a pedazos, cantar y morir, callar.
Estoy engrampado a este agujero, garabateado, ya no brillo ni tengo de donde azirme. Una última sonrisa, el aliento de mi esperanza. Nadie más mentirá, ni joderá, ni caerá. La sangre, la desilusión, los millones de monedas y una despedida larga, sobre ruedas y costumbres.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Encima.

Extirparme esta puta sensación de ausencia. Estoy pero no estoy. Escribo si es que me siento destartalado. De madrugada me vuelve un hombre adicto, instintivo. Ya ni recuerdo. Solo sé que no tengo que bajar la guardia. Ilusiones e imágenes. Nada ha cambiado. Todo solo está rotando lentamente. Ningún tono. Solo anuncios y mercado. No ser tan cerrado. No anticiparse. Solo apuñalar almohadas y gritar las mierdas y las maldiciones que deseo compartir. Soy lo que no fui jamás. Soy la ira y el pensamiento nauseabundo.
Tengo tiempo para quedarme ciego, y seguir temiendo a la oscuridad. Es mi alma de pecador, después de tantas sesiones de masturbación. Y ya no puedo separar los días de las noches, si es que el final se acerca, jamás he pecado tanto. A pesar de haber amado y creído en la divinidad. Creo en la divinidad, pero mi falta de respeto a llegado a límites insultantes. La inteligencia del poder. Destriparme, extirparme la carencia, las ganas de vomitar y de cerrar mis manos sobre algun cuello. Aplastar, matar, cercenar,coagular. Rugir.Soñar y lastimar. Que duela.

martes, 26 de enero de 2010

V2

Consideración a la espina dorsal de los columnistas. Preferiría dos tazas, pero con una basta. El hambre asienta mis presentimientos. Solo quedan cuatro bolsas de estiércol, una definición extraña a lo que verdaderamente tengo entre manos. Las heridas con sangre coagulada, esa sencación de picazón. Sé de lo que estoy hablando.
Eran como rojizas rayas en las muñecas.
Mis panderetas, como todo parece ser de hielo, cayéndose a pedazos, un bote amarillo, vagando. Quedan siete horas, tal vez lo logre. Hacer feliz, solo quería ser yo el motivo. No existió felicidad, la sonrisa final jamás apareció. Quizás después.
Unos treinta segundos atrás. Me caigo a pedazos, como si todos los días se contabilizarán como meses. Uno tras otro.
Y aún así parecería largo. El gran espasmo, con las ganas que tengo de sujetar mis orejas, resbalar en mi espalda y zumbar.De nuevo zumbar.

lunes, 25 de enero de 2010

Aceptación.

¿Sentiste el temblor?
Lo borré, no me di cuenta.
Eran puras ideas,
pero la memoria tiende a caer.
Para obtenerlo, debes ser malo.
Pero mierda, yo soy una basura
no te voltees, porque podría escupirte a la espalda.
No serás testigo.
No pienso dormir,
no tengo la menor intención.
Quizás mi corazón pueda aguantar
tanta sangre corriendo.
Pero caigo en la cuenta
que todas,
absolutamente todas
las ventanas estan rotas.
Quédan cuatro días,
todo terminará ya.
Podré dormir,
podré dejar el sacrificio
y dejaré de fingir que soy especial.
No soy un caballero
ni un maldito líder,
soy un asesino de reyes,
y deseo drenar de sangre tus entrañas.
Escarvar, y no redondear.
Yo cometo los errores acá,
porque el mal habita en mí.

Sorpresa.

Quizás hoy me quedé atrapado en la mitad
ignoraré el hecho de haberla visto salir
eso no es una coincidencia.
En el fondo de la botella
ser el rey de las idioteces.
Diferente, la definición de los que pueden
salir del rompecabezas.
No es lo mismo, no hay espejos en el techo,
porque en español siempre es la misma palabra.
Atrás, en su mano, otra mano.
Yo caí, la mirada se nubló
como si me hubiera quedado ciego.
Me quedé parado, hasta pudieron haberse percatado
Me quedé parado, golpee la pista con mis rodillas,
desechable, de revés, solo quiero que nada se quede en silencio.
Sin espacios vacíos en donde pensar.
Sumergirme, ser rectángulo,
aunque muchos crean que su pasión
está entre las paredes y los círculos.

sábado, 23 de enero de 2010

3am.

Ojalá sea viernes.
Voy a poder recostarme a medias
y poder mirar hacia abajo.
Tener la risa contenida
encerrada en la boca del estómago.
Correr hacia la atmósfera,
comer e incomodar.
Asegurarme de lo hermoso del rojo
de no vengarme, de no ser una mala persona.
No lo corté.
Lo dejé en una bolsa.
Se fue volando, debajo de la arena
de los payasos quemados
del centro de lo que una vez fue.
Caricias anticipando
siniestras sombras
para poder besar el suelo
dar mi última plegaria.
Poder fundir mi alma
allá, en el monte secreto
donde se asentará
el templo de Jerusalén,

miércoles, 20 de enero de 2010

Las veces que te vi.

Soy el efecto de un puto caleidoscopio. Soy el estiercol, soy el hambre, soy la sed.
Mierda, que soy. Soy un hijo de Dios. Soy un hombre, soy Juan Valdivia. Soy el ser extirpado de las entrañas de mi madre. Soy el que te quiere, soy el que te odia. Soy persona, soy animal. Soy vida, soy fuego. Soy martes y lunes y miércoles. Soy tiempo, soy destino. Soy rayos, soy cielo, soy materia y soy sueño. Soy caos. Soy desdicha, soy tristeza, soy viento, soy nada. Soy el crepúsculo, soy el ayer. Soy la nada, soy el vacío. Soy número, soy sustantivo. Soy risa, soy sonrisa. Soy lucha, soy cansancio. Soy penumbra, soy viscera, soy papel, soy pared. Soy escrito, soy oral, soy pensamiento, soy suspenso. Soy cadáver, soy trémulo, soy fin. Soy, soy.