domingo, 9 de enero de 2011

Sobre.

A pesar de sostener las trenzas, y constatar que me despierto cada cinco minutos, no puedo entretejer tus moralidades.
No tienes derecho a envejecer, hasta que se acabe la canción y reciba un ritmo alegre y destructor.
Algo conocido, puedes retroceder, y desordenar.
Te felicito, lograste volar al revés, de revés, te felicito.
La complejidad de no relegarme, activo, activo, los sonidos, activo y la destrucción.
Empiezo a soñar con un país donde nadie te conozca, y pueda pasar sin tener tu estrella tachada en la frente.
Para ir de un lado a otro, y levantarse de cama.
Suena algo, voltearé y seguiré.
Soy solo un niño de campo.

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